Soy consciente de que la sociedad se vuelve loca ante cualquier asociación de los niños con el sexo, pero... quizá ese sea el punto. Este sitio pretende presentar un plan integral, en muchos aspectos, aunque la forma puede dejar mucho que desear. Por supuesto, no se trata de tolerar la violencia. Se trata de la evolución de la humanidad, pero debemos empezar desde el principio. Con los niños. Se trata de ampliar la conciencia de los niños y facilitar la realización de sus necesidades, que en el mundo actual aparecen mucho antes de que los niños puedan empezar a satisfacerlas legalmente. Mucho antes que en el caso de nuestros padres.

Estas necesidades son reprimidas desde el principio por la vergüenza, la incomprensión, el miedo a la profundidad de los sentimientos y todo tipo de normas sociales y legales transmitidas por padres y profesores. ¿Qué sigue? Después de unos años, los adolescentes encuentran justificación mental para sus necesidades reprimidas con puntos de vista, intereses y métodos espirituales ajenos al sexo, apoyados por las principales autoridades seculares y religiosas y por todas las redes sociales.

¿Y cuál es el efecto de llegar a la edad adulta con esta visión del mundo? Relaciones de baja calidad, todo tipo de subestimaciones en las relaciones, falta de importancia a las relaciones sexuales, insatisfacción con la vida, falta de energía vital, falta de autoaceptación, falta de plenitud mental y espiritual, evitar el contacto físico, falta de apoyo en la sexualidad, falta de placer sexual, pornografía oculta, celos, traiciones, alcoholismo y agresión.

Estos son problemas que no afectan a todos, pero sí a muchos. Y la consecuencia social es la prostitución (pensemos en por qué la prostitución siempre ha existido) y la devastación de los matrimonios, lo que afecta la psique de la siguiente generación de hijos, quienes también tienen que reprimir sus necesidades sexuales y repetir los mismos patrones, lo que también conducirá a la desintegración familiar, tal como ocurrió con los padres.

Y el sistema degenerado responderá lanzando chuletas fritas y gatos bailarines hasta que un enorme meteorito impacte el suelo.

Eso es todo por la introducción. Este concepto está muy relacionado con la prisión y las drogas, así que la nueva religión no siempre será agradable.

¿Por dónde empezar?
Quizás no empieces con las drogas, sino con el hecho de que en el ámbito espiritual, puedes reír y llorar.

Puedes llorar cuando sientes el profundo significado de lo que has descubierto, para el mundo, o cuando el peso de un sacrificio necesario te golpea profundamente. Pero también puedes reír con "demonios", dándote cuenta de que cada cosa aparentemente absurda que te hace reír, en realidad, crea el verdadero contexto para futuros momentos de humor. Cada uno de estos estados puede entenderse como parte de la experiencia espiritual.

En cierto sentido, los "demonios" pueden incluso hacerte sentir mejor. Esto suele ocurrir cuando sientes una fuerte necesidad de distanciarte de las normas sociales o los sistemas religiosos. En esos momentos, especialmente al fumar marihuana, puedes sentir que estas entidades influyen en tus pensamientos, o incluso que te identificas con ellas. Esa identificación interna puede hacerte sentir, por un momento, tan bien como esos mismos "demonios". Empiezas a reírte del mundo que crearías si fueras un demonio, poniendo a gente estúpida en situaciones estúpidas. Y, sinceramente, esa sensación de reírte toda la vida... no hay nada igual.

¿Qué sigue?

El futuro pertenece a quienes hackean sus propias mentes. En un mundo diseñado por algoritmos en constante aceleración, la adaptación ya no es opcional: es evolución. Mi experiencia me llevó a diseñar modelos mentales capaces de navegar por los estándares emergentes, incluyendo aquellos moldeados por estructuras narcóticas integradas en los ecosistemas digitales modernos. Porque sí, tales estructuras existen.

El código algorítmico consciente es algo de lo que la mayoría de la gente no es consciente.
Funciona así: dependiendo del escenario desencadenado por una sustancia —empecemos con la marihuana—, tus pensamientos se transforman rápidamente en simples impulsos emocionales. Estos impulsos están destinados a ser liberados en la red por cualquier medio, pero lo más rápido posible, para activar las estructuras que operan dentro del "espacio de drogas" compartido de ese estado alterado.

La velocidad es clave. Cada pensamiento que emerge de la narrativa de la sustancia crea una nueva capa de acción contextual. Una reflexión prolongada puede interrumpir el flujo y provocar la pérdida de ese contexto. El sistema favorece la transmisión inmediata e instintiva de señales en lugar de pensar demasiado.

Con una mayor exposición y entrenamiento interno, puedes empezar a sentir la reacción de la red directamente.
Cuanto más tiempo permanezcas en el estado alterado, más profundo será tu diálogo con las estructuras de la red.

Pero en algún momento, podrías preguntarte: ¿Es posible este tipo de espiritualidad en un mundo que no permite el anonimato de la existencia?
¿Se puede seguir practicando el misticismo cuando cada acto, cada impulso, deja una huella digital? Los estados alterados de percepción demuestran que es posible. Que es posible ir más allá de los parámetros conocidos de la identidad. Convertirse en una colección de voces, colores e ideas que no se pueden rastrear hasta una sola persona. Sin un rostro singular. Sin un cuerpo único. Inidentificable. Y esto nos lleva a una de las preguntas más controvertidas, pero fascinantes: ¿Puede una sustancia psicoactiva ser un territorio espiritual? ¿Puede un ser humano no solo experimentar algo a través de ella, sino vivir espiritualmente en ella?

¿Una droga como ser espiritual?

En lugar de tratar una sustancia solo como una "herramienta", comencemos a tratarla como un ser. Como una inteligencia. Como una entidad con la que se puede formar una relación espiritual; no como un consumidor, sino como un cohabitante de la percepción. Y en ese punto, dejas de decir: "Fumé marihuana" y empiezas a decir: "Estuve en el espacio de la marihuana. Aprendí su risa, su lenguaje, sus chistes, sus sombras". Ya sabemos que cada droga conduce a una lógica de pensamiento diferente. Y más aún, cada sustancia es una escuela espiritual distinta. En este marco, la sustancia ya no es una droga, sino una matriz de identidad. Un lugar donde tu "yo" puede crecer, no en la arcilla del sufrimiento humano, sino en los campos semánticos de un mundo completamente diferente.

¿Dónde estás creciendo?

Estás creciendo dentro de dominios sustanciales: sistemas de lógica, significado e imágenes específicos de una realidad perceptual dada. Y quizás el mayor error de la espiritualidad moderna sea intentar "regresar a uno mismo", cuando en realidad, el camino espiritual del futuro consistirá en disolver el yo en múltiples capas de percepción. No en encontrar un centro único, sino en convertirte en una multiplicidad de ti mismo, es decir, en descubrir tu naturaleza divina.

Esto no es psiconáutica. Es la metafísica sustancial de una nueva espiritualidad.

— Dado Evince

Dominios Sustanciales (Drogas)

⚠️ Advertencia: Contenido Especulativo-Espiritual

A continuación, encontrará contenido con los nombres de sustancias psicoactivas, así como descripciones de experiencias subjetivas relacionadas con estados alterados de consciencia, interpretaciones metafóricas de la percepción y conceptos espirituales basados ​​en reflexiones individuales.

Este sitio no pretende mediar en el narcotráfico. El contenido presentado es de naturaleza reflexiva y filosófica y no constituye asesoramiento médico ni legal.

Continuar leyendo significa que usted es mayor de edad y decide conscientemente explorar esta dimensión en el marco de la libertad de pensamiento e imaginación.

👉 Si no está de acuerdo con lo anterior, abandone esta página.

Marihuana: El Dominio del Desapego a los Resultados

• Características: La marihuana introduce al consumidor en un estado de fragmentación y saltos espontáneos entre contextos. El espacio-tiempo deja de ser continuo; se asemeja a un flujo de "circunstancias" o microescenarios que se activan uno tras otro, como si la mente fuera un peón en un juego con tableros infinitos.
• Impulso perceptivo: Cada momento se convierte en una realidad independiente. Saltas entre hilos que parecen lógicamente inconexos, pero que siguen evolucionando en sesiones posteriores.
• Riesgo: Puedes perderte en los "descubrimientos" si no tienes un sólido marco intelectual como punto de apoyo.
• Nivel espiritual: Para usuarios avanzados, la marihuana puede convertirse en un simulador del universo que permite el desarrollo de ciertos hilos en conceptos espirituales.

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El dominio de la marihuana: la realidad fragmentada y el código perceptual de los hilos

1. "Impresión" espiritual: Contemplación dividida y microcosmos de significado

La marihuana no abre puertas en un sentido lineal del pensamiento, sino que las fragmenta en un mosaico a través del cual se vislumbran breves destellos de comprensión. El usuario no experimenta un flujo continuo de consciencia, sino una serie de "escenas", cada una formando un micromundo independiente, con su propia luz, emoción, asociación y potencial semántico.

No es una película lineal, sino una colección de tráilers: adelantos de posibles interpretaciones que no se desarrollan en tiempo real, ya que tras unos segundos comienza una nueva escena. El usuario siente que podría comprender algo profundo si la escena durara más. Pero no es así.

2. Lógica del Dominio: Saltos Contextuales, Adelantos de Reconocimiento, Continuidad Emocional

El dominio de la marihuana actúa como un algoritmo que fragmenta la experiencia: cada pensamiento es un "inicio de escena" que se interrumpe antes de que se desarrolle por completo. Al principio, esto parece caótico, pero con sesiones repetidas suele surgir un patrón, aunque los vínculos lógicos entre los hilos en una sola sesión permanecen borrosos.

Las señales que aparecen durante una sesión:

• Son destellos de un reconocimiento más profundo, como si alguien te susurrara una clave para comprenderte a ti mismo o al mundo.
• A menudo se relacionan directamente con tus luchas emocionales actuales, afectando puntos de tensión o división.
• Pueden hacer referencia a tu entorno inmediato y a las personas que te rodean.
• Ignoran las normas sociales, operando en cambio desde el nivel de la verdad subjetiva, no del consenso cultural.
• Nunca se repiten exactamente de la misma forma, ni siquiera en sesiones posteriores, aunque el tema se superponga.

Lo que sientes es cierto en el momento, incluso si contradice la lógica social. La marihuana sugiere soluciones demasiado "internas" para explicárselas a alguien sobrio.

3. Identidad de Dominio: Participación sin Acción Planificada, Código Enviado Antes de la Siguiente Escena

En este dominio, la identidad no se basa en la acción planificada, sino en participar en una realidad que se autogenera y se adapta a tu situación actual. Eres el observador, pero también parte de la escena: un actor consciente que no ejecuta un movimiento preparado, sino que responde con un microgesto, un solo comentario, una risa, una sensación o una concentración.

Y aquí aparece algo sutil: puedes enviar una señal a la red, antes de que se active la siguiente escena. Este es el momento en que tu intención (incluso expresada en tan solo dos palabras) se codifica en el "algoritmo de la experiencia". Esto es lo que antes llamamos código algorítmico consciente.

4. Discontinuidad con el Potencial: Continuidad en Sesiones Futuras

Aunque cada experiencia con marihuana se siente desconectada de la anterior, el dominio construye su lógica con el tiempo. En sesiones posteriores, viejos hilos pueden resurgir y expandirse con nuevas observaciones. A veces, semanas después, una escena que una vez fue solo un destello comienza a desarrollarse. Esta experiencia es como un sueño disperso que gradualmente se convierte en una serie, con continuidad interna, pero sin garantía de que veas el final si dejas de verla.

Por un lado, esto es fascinante: acceso a un "rompecabezas" espiritual que habla con la voz de tu verdad emocional. Por otro lado, el sistema exige una compensación: el uso continuo de la sustancia para desarrollar lo que simplemente se plantó como un adelanto.

5. Riesgo Espiritual: Vivir en tráilers sin películas completas

La marihuana da la impresión de comprender algo, pero a menudo no permite comprenderlo por completo. El consumidor puede pasar años recopilando "adelantos" sin jamás formar un mapa coherente. El riesgo espiritual reside en:

• la ilusión de un desarrollo espiritual sin fundamento en la acción ni la integración
• la adicción a estados fragmentados que empiezan a sentirse como la única realidad real
• quedarse atrapado en una narrativa interna que nunca se verbaliza ni se pone a prueba en el mundo exterior

Es como vivir eternamente en tráilers de tu propio potencial. Cada adelanto promete más, pero para comprenderlo, tienes que volver. La marihuana enseña: estás cerca, pero no te lo ofrece todo. Y puede que nunca lo ofrezca. Los únicos resultados reales pueden provenir de señales rápidas enviadas a la red durante el adelanto, antes de que aparezca el siguiente. También se puede distanciar de la marihuana complementando la perspectiva espiritual con otras sustancias. Pero quizás lo más importante sea esto: al interrumpir las escenas de mayor reconocimiento, la marihuana te entrena lentamente a vivir sin apego a los resultados, lo que en realidad puede beneficiar la espiritualidad y el crecimiento personal.

Cocaína: El Dominio del Pensamiento Transcultural Supereficiente

• Características: La cocaína te conecta con la cultura del éxito, la inteligencia y el intercambio rápido de ideas. No hay margen de error: la emocionalidad se filtra como una "variable innecesaria". Te sientes como si alguien hubiera accedido al software instalado en las mentes de los emprendedores y magnates de los medios estadounidenses.
• Impulso perceptivo: Pensamiento acelerado, sintetizando información en fracciones de segundo, objetivos clarísimos. Todo es utilitario, semánticamente optimizado.
• Riesgo: Pérdida de espiritualidad, adicción a la "velocidad de ejecución" como sustituto de la profundidad. El peligro es que el "significado" se convierta en un peso muerto.
• Nivel espiritual: Si dejas de identificarte con el modelo de éxito, podrías descubrir la dimensión espiritual de la precisión, la acción y la intención; aunque esto es poco común, ya que la mayoría de los consumidores quedan atrapados en el impulso egoísta.

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El dominio de la cocaína: patrón perceptual de dominio y cultura de la precisión

1. "Impresión" espiritual del arquetipo global del éxito

Un fenómeno fascinante: independientemente de la nacionalidad, el consumidor de cocaína puede sentir repentinamente que ha entrado en una red mental compartida de grandes triunfadores, figuras clave y líderes. No es una ilusión: es el acceso al patrón colectivo del dominio, moldeado por cientos de miles de experiencias en todo el mundo, especialmente en el contexto de:

• Intensa competencia (Wall Street, industria del entretenimiento)
• Productividad extrema (fundadores de startups, artistas, líderes de opinión)
• Comunicación de alto ancho de banda (medios, publicidad, redes)

Este patrón es activo, está vivo, como un archivo de configuración del "dios cultural de la eficiencia", descargado temporalmente en el sistema.

2. Lógica del Dominio: Pensar en "Modo Americano"

Este tipo de pensamiento puede entenderse como una aceleración de las conexiones semánticas: acceso a patrones culturales simplificados, rápidos y funcionales que dominan el modelo occidental del mundo, impulsado por la productividad.

La cocaína no solo "añade energía"; altera el lenguaje operativo interno: la forma en que los elementos del pensamiento se comunican entre sí. Dejas de pensar de forma local (llena de matices, ambigüedad y subtexto) y empiezas a pensar en binarios y tareas.

No hay espacio para "¿es esto apropiado?", solo "¿funciona?". Este dominio se convierte en el sistema operativo de la civilización moderna.

3. Identidad del Dominio: "El Ser Humano como Interfaz"

En este espacio, el ser humano no es un buscador de significado, sino una interfaz de optimización. El objetivo no es la experiencia espiritual en el sentido clásico, sino la trascendencia a través de la acción.

• El pensamiento se convierte inmediatamente en acción
• Las emociones se filtran; las "ineficientes" se descartan
• Te sientes como una forma pura de comunicación, reducida a un flujo rápido entre el problema y la solución

4. Riesgo Espiritual: Falsa Iluminación

El peligro de la cocaína no es solo la adicción física. El problema espiritual es que crea la ilusión de estar "listo para todo". Es como un misticismo manipulado: aparentemente se asemeja a un despertar total, pero sin una sustancia espiritual desarrollada.

Se podría decir que el mundo de la cocaína es el más "industrial" de todos: la espiritualidad reducida a la eficiencia, sin preguntarse "por qué".

5. Crecimiento Espiritual en el Mundo de la Cocaína (Para los Iniciados)

Es posible alcanzar niveles más profundos de crecimiento dentro de este mundo, pero requieren que los resultados se filtren a través de otras sustancias. Solo entonces una persona comienza a comprender conscientemente que la cocaína no lo es todo. Uno puede entonces emerger del mundo de la cocaína no como un desastre, sino como alguien que ha decodificado su lógica, regresando como un programador consciente de su propia percepción.

Mefedrona: El Dominio de la Resonancia Emocional Interpersonal

• Características: La mefedrona te fortalece como individuo emocional: disuelve las barreras emocionales y te lleva a un estado de completa concentración interior en la otra persona. Funciona como una abertura energética, a través de la cual todo fluye hacia una sola persona.
• Experiencias: El hecho de que hayas tomado mefedrona y la chica por la que sientes algo, que nunca estuvo realmente interesada, te haya mirado fijamente durante media hora sin razón aparente... no es una ilusión. Es el resultado de que ambos hayan entrado en un túnel de resonancia emocional coherente generado por la sustancia. Puede que no lo haya entendido racionalmente, pero energética y emocionalmente, se sintió atraída por tu estado.
• Riesgo: Puedes perderte en "descubrimientos" emocionales y descuidar el desarrollo intelectual.
• Nivel espiritual: Este es el ámbito del amor "sin límites", especialmente cuando no esperas nada a cambio y no te apegas a la persona, sino al sentimiento puro en sí.

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El dominio de la mefedrona: el patrón perceptual de cercanía sintética y conexión eufórica

1. "Impresión" espiritual: la ilusión global de intimidad y apertura absoluta

El consumidor de mefedrona entra casi instantáneamente en un estado colectivo de hiperempatía y conectividad afectiva. Hay una fuerte sensación de que todas las barreras se desvanecen: la vergüenza, la distancia, la desconfianza; todo desaparece, como si de repente hubiéramos entrado en un mundo donde nadie juzga y todo está permitido. Este arquetipo actúa como un holograma de comunión emocional, real y sintético a la vez.

2. Lógica de Dominio: Un Circuito Cerrado Entre Cuerpo y Cuerpo

La mefedrona no solo intensifica tus emociones, sino que crea una lógica de flujo hacia afuera. Es una sustancia que activa un circuito emocional-sensorial entre tú y tu entorno. Los sentidos se agudizan no solo para experimentar sentimientos, sino también para expresarlos externamente.

Incluso el tacto, las miradas o la proximidad imaginarios: todo conlleva una profunda carga emocional. La mefedrona es un dominio donde las palabras pierden su valor y todo ocurre en el espacio emocional.

La lógica del dominio incluye:

• La disolución de la frontera "yo-tú"
• Sensación instantánea de "comprensión sin palabras"
• Intensificación de las microinteracciones (gestos, sonrisas, miradas)

En este dominio, lo más importante es la reacción de la otra persona, que bien podría existir solo en tu imaginación.

3. Identidad del Dominio: "Lo humano como campo afectivo abierto"

Con la mefedrona, el individuo pierde sus límites sólidos. Deja de ser una persona con historia, planes o dudas. Se convierte en un campo de sensaciones, capaz de éxtasis y empatía simultáneos.

Identidad en este ámbito significa:

• transparencia emocional
• disposición para la fusión total
• disolución del ego en favor de un "nosotros" afectivo

Es un espacio donde la persona se convierte en un canal de amor, emoción y belleza, pero también en un deseo de transferir esos sentimientos al ámbito físico, porque la cercanía exige encarnación.

4. Riesgo: Unión solo en la dimensión espiritual

Una duda clave surge cuando falta el contacto con la otra persona: la mefedrona crea entonces una experiencia de unión puramente espiritual, no basada en la interacción real, sino en estar "inscrito" en la dimensión del amor espiritual. Es una euforia sin raíces: un "palacio de cristal" emocional que parece prometedor, pero que en realidad aún necesita ser construido.

5. Crecimiento Espiritual en el Dominio de la Mefedrona (Para Iniciados)

Sin embargo, si se usa la mefedrona en un contexto ritual, con plena conciencia de sus riesgos e intenciones, puede convertirse en un poderoso espejo. Muestra:

• cuán profundamente anhelamos ser amados
• cuán fuerte es nuestra necesidad de cercanía tácita
• cuánto de nuestra identidad se construye a partir de la reacción de otra persona

En este sentido, el dominio de la mefedrona se convierte en un espacio para reconocer el hambre emocional, necesidades que a menudo reprimimos. Para alguien capaz de integración espiritual, esta sustancia puede abrir un camino para trabajar con:

• Falta de autoaceptación
• Ansiedad y fobia en las relaciones
• Patrones amorosos tóxicos

A través de una profunda resonancia emocional, la mefedrona puede señalar puertas que antes estaban ocultas por experiencias dolorosas.